Convivir y no huir
marzo 28, 2025
Por Francisca O’Ryan
Jefa de cuentas de Narrativa
Hace dos veranos -en febrero de 2023 para ser más concreta- escuché por primera vez de Chat GTP. ¿Qué es eso?, ¿Qué hace?, ¿Cómo se regula?, ¿Quién la ocupa? Fueron algunas de las preguntas que hice en ese momento a la persona que me contó de esta herramienta, y que hoy por hoy, es parte de nuestra cotidianidad.
En ese momento no logré dimensionar -de hecho, muy lejos de- en lo que se ha transformado Chat GTP y no solo esta plataforma, sino en cómo la Inteligencia Artificial está jugando un rol clave hoy en el mundo entero.
Según el estudio «El estado de la IA a principios de 2024» de McKinsey & Company, publicado en mayo de 2024, el 65% de las organizaciones informaron que utilizaban regularmente IA generativa en al menos una función empresarial, casi el doble del porcentaje de la encuesta anterior realizada diez meses antes. En una actualización más reciente, publicada en marzo de este año, McKinsey informa que el uso de IA generativa ha seguido creciendo, alcanzando al 71% de las organizaciones encuestadas. Este incremento refleja una adopción continua y significativa de la IA generativa en el ámbito empresarial.
La IA abarca miles -para no ser exagerada- de temas que uno podría debatir y que están en cuestión, pero hay uno que me toca más en lo particular: su impacto en el mundo de las comunicaciones, específicamente en la elaboración de contenidos.
Ya sea para un mail, minuta, posteo para LinkedIn, guion, relato o incluso este mismo blog es inevitable notar cómo esta tecnología se incorpora silenciosamente en el flujo de trabajo. Lo que antes muchas veces tomaba horas en investigación y edición, hoy se puede reducir en gran media con herramientas como ChatGTP.
Y es ahí donde entra el gran tema en cuestión: reemplazar las tareas cotidianas con esta herramienta, dejando en mano de ella todo -o casi todo- sin involucrar el pensamiento crítico, la creatividad y el valor agregado que uno desarrolla con la experiencia. Yendo al otro extremo, está la no utilización de esta herramienta, viéndola como una amenaza por plagio, por falta de tiempo o creatividad.
Ahí surge la importancia de llegar al equilibrio: hacerla parte y verla como una oportunidad si sabemos usarla bien. La IA puede ser un verdadero aliado para quienes estamos en las comunicaciones, inspirando u ordenando ideas, sugiriendo otras alternativas, ajustar tonos, revisar ortografía e incluso advertirnos ante posibles sesgos. La clave finalmente está en no delegar todo el proceso, sino que entenderla como una herramienta que complementa, no que sustituye.
La pregunta es qué viene ahora, cómo seguirá escalando la utilización de la IA en comunicaciones corporativas, cómo nos adaptamos a ella. Ahí parece importante entender sus límites aprovechando su potencial: no tenerlo miedo a la IA, sino más bien aprender a trabajar con ella es algo que debiese ser el camino. Como cualquier herramienta poderosa, todo depende de cómo la usemos.